El OSFAGS, una bomba de tiempo política
EL ÓRGANO SUPERIOR DE FISCALIZACIÓN podría dividir a la Fracción Parlamentaria del Partido Acción Nacional, pronto, muy pronto. El grupo de legisladores pertenecientes a la corriente del palacio mayor tendrían un enfrentamiento con los diputados afines al grupo político de Tere Jiménez Esquivel; y la oposición, entre los cañonazos.
DURANTE VARIOS DÍAS quien esto escribe ha comentado con representantes populares sobre la elección de nuevo Auditor Mayor, las versiones son prácticamente iguales, ven un rompimiento y en el caso de los allegados a Tere Jiménez, anticipan que las cuentas públicas será también motivo de golpeteo político en contra de la alcaldesa capitalina.
HAY AL MENOS TRES CONTEXTOS en torno al caso; uno tiene que ver con el tema político interno en Acción Nacional el cual implica que es un arma para atacar a Tere Jiménez puesto que Gobierno ve en esa área una oportunidad para continuar las descalificaciones, quienes saben, refieren que la línea sería el senado vía la diputada Karina Eudave quién a su vez, bajaría indicaciones a la actual encargada del OSFA Yolitzin Rodríguez Zendejas.
HACE YA OCHO MESES que no hay titular en el organismo encargado de fiscalizar el gasto de dependencias de Gobierno, Ayuntamientos y Organismos Descentralizados, el control actualmente es de palacio mayor, por ello no se interesan en sacar convocatoria y nombrar un responsable. Por si fuera poco, no han cubierto espacios políticos de los representantes populares opositores, lo cual también será motivo de desencuentro.
AUNADO A LO ANTERIOR no hay que olvidar que está en la Contraloría del H. Congreso una denuncia de ex trabajadores que aseguran que los informes de la cuenta pública de 2018 fue alterados por personal del OSF sobre todo para favorecer dependencias de Gobierno, tal es el caso del DIF, dónde se asegura hay pruebas contundentes y que saldrán a la luz de ser necesarias, afectando enormemente al actual Presidente de la mesa directiva en la legislatura, Alejandro Serrano.
LA PARTE POLÉMICA es que los diputados tienen un mes para aprobar esas cuentas públicas, y los dictámenes no están en manos de todos los diputados, ello seguramente no gustará a los legisladores a la hora de emitir el voto en Comisión de Vigilancia y posteriormente en el pleno.
CON TODO LO ANTERIOR, por primera vez una votación de cuentas públicas estaría súper fracturada, peligrando incluso que no cuenten con el aval de la mayoría tal cual lo obligado el reglamento interno del Congreso. Si desde la Comisión no hay voto mayoritario el tema se mandaría a la Junta de Coordinación Política la cual podría mandar citar a la encargada del OSF para que aclare el desorden.